domingo, 26 de febrero de 2012

de cacería

   de noche, jorge y alberto  salen a la calle, son un par de muchachos del  barrio jodido de san lorenzo -"san loco" para los cuates- hoy decidieron hacer justicia y vengarse de esa gente que los ha marginado, humillado, discriminado, ninguneado...  jorge maneja el VW, se dirige hacia las lomas, el barrio mas elegante que conoce. alberto lleva la escopeta en sus piernas, la acaricia como calmando a un gato malvado... es hora de dar una lección: años y años de negativas para entrar en bares de medio pelo, maltrato en restoranes o hasta en el pinche mc donalds, miradas hostiles de los vigilantes en las tiendas de ropa... ¡ahora es cuando! vamos a cazar uno de ellos...  jorge se adentra en las lomas del pedregal, no encuentra a quien cazar, las calles lucen vacías, piensa: ¡claro! la gente rica no sale a caminar por su colonia, se encierran en sus pinches gimnasios con grandes espejos, sudan como vacas y socializan, ellos los llaman " el gym", ¡vaya que son mamones!no dicen el gimnasio,ni the gym como se diría en inglés, ¡pendejos! si quieren hablar inglés deberían hacerlo bien, pinches güeyes, tampoco salen a la tiendita de la esquina, porque aqui no hay tienditas,  sus empleados les hacen las compras o hablan por fon y les llevan la pizza, el sushi o los tacos a domicilio, no hacen fiestas de bautizos o bailes de quince años en las calles, alquilan salones en hoteles o rentan edificios o patios de conventos o edificios históricos, siempre rodeados de gente que les cuida las espaldas... están muertas estas calles, como un arbol seco, no hay ni un alma cristiana,  judía o musulmana con quien calmar el odio...  jorge no sabe qué hacer, está cansado de buscar, alberto mira fijamente al frente, hace una mueca que parece una sonrisa cínica y escupe su satisfacción : "¡para que mancharnos las manos, con esta gente!, ¡esos güeyes no nos odian, es más, nos temen!  están muertos de miedo, escondidos, detras de sus rejas y sus cercas eléctricas, por eso no nos quieren cerca, nuestra simple presencia los hace mearse en los calzones, ja ja ... alberto se asoma por la ventanilla y grita a todo pulmón ¡estamos a mano,  pinches putos, jijos de la chingada!,entonces jala el gatillo, un disparo sordo al aire mata el silencio nocturno..."

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