jueves, 25 de octubre de 2012

La virgen

Jorge lleva mas de un mes en la restauración de la virgen de Guadalupe dentro del altar principal del templo de Santo Domingo en Zacatecas, el azar lo llevó a esa ciudad donde no conocía a nadie, sin un plan fijo y sin ilusiones, este trabajo lo consiguió mintiendo sobre sus capacidades, inventó cursos y curriculum como restaurador de arte, ahora está limpiando el cuerpo de la virgen, diez horas al día totalmente solo con ella... Ahora Jorge siente que la virgen le habla, ríe temeroso,"no puede ser, las sustancias que utilizo en la limpieza me están causando alucinaciones...", pero no, no es su imaginación, en realidad la virgen le habla, le dice que eso de ser pura y santa es una pesada carga que le impusieron sin preguntarle su opinión, también que es una trampa eso de la eternidad , ella quisiera saber como se siente el amor humano, quiere experimentarlo, se muere de curiosidad, se siente cansada de la veneración limpia y pura de sus hijos simples y humillados, tan serviles y torpes; Quiere por una vez conocer el amor loco de los enamorados: -" Jorge, se que estás sólo en esta ciudad, donde crees haber llegado por casualidad, en realidad te esperaba, se que tu serías el único que accederías a mis deseos escondidos, eres alguien absurdo y simple pero no tonto, por eso te lo pido, sin timidez y de frente, como una mujer..." - Jorge imaginaba que el amor a veces llegaba de las formas mas absurdas y retorcidas, que la soledad puede volver loco a cualquiera, pensaba... ¿Era esto real?, o ¿era la tan esperada y temida locura ? ¿Debía negarse a esta oportunidad única? ¿Acaso era una prueba estúpìda, de esas que acostumbran los seres divinos? Dejó de pensar y cerró los ojos, con sus toscos dedos fue recorriendo el cuerpo inmovil de madera cubierto con hoja de oro, muy suave a pesar de sus tres siglos, sentía un leve estremecimiento de Guadalupe, la mujer que le había hablado, que le había abierto su corazón y quien el correspondía, no con veneración , ni fe, sino con el simple deseo de complacer a una compañera de amores, a una mujer con sed... Cuando se acerco al oido de Guadalupe, pronunció palabras suaves y amorosas, sucias y tiernas, ella se sacudió y acercó sus labios a los de Jorge, quien la besó, perdiéndose en la eternidad, pues su cuerpo se transformó en madera con hoja de oro...

1 comentario:

  1. Me fascina este cuento...me recordó a trisstesa. cuando era niño sentía una excitación por la mujer que representaba la virgen en la pastorela, cualquiera que fuera año tras año, era trasgredir la túnica...pero mirando bien María...tiene unas caderas irresistibles...

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