martes, 16 de octubre de 2012

El Rober

    Rober nació en un mundo que no lo comprendía, el pobre no tenía cabida en ningún lado en las calles de la Ciudad de México donde vivía; Cada que se rascaba el culo, aparecía alguna viejita que gritaba: ¡ llamen a la policía, ese degenerado se está masturbando!, cuando le gustaba una niña de diez o doce años y quería besarla y demostrarle su sincero amor, ésta corría y lo acusaba con algun heroe de ocasión que invariablemente le rompía su madre. Cuando Rober quiso acercarse a Dios, fue echado de la catedral,sólo porque quiso lavarse las axilas y la cara en la pila bautismal , esa vez estuvo encerrado dos dias en los separos de la delegación, Rober sufría mucho y sentía que a nadie le importaba, lloraba todas las noches bajo la marquesina del cine Teresa, donde a veces dormía, ahí llegó una vez un anciano que lo ayudó a recuperar la confianza en la gente, le dijo: Hermano estás desperdiciando tu vida, ven a conocer LA VERDAD, tendrás un motivo para vivir... Ahora Rober tiene un techo, una cama, un grupo de amigos que lo acompañan, sólo tiene que trabajar una 16 horas al día armando pinzas para ropa, y rezar por las mañanas despues de dormir sólo cuatro horas, no le pagan, pero el amor a Dios lo fortalece y lo llevará al buen camino, según le dijo el hermano Pepe quien lo salvó de las calles y quién lo enseñó a bañarse diario a las cinco de la mañana con agua fria, a Rober el trabajo intensivo no lo molesta, pero aunque así fuera, no puede salir de ahí, eso se le dejó muy claro el hermano Pepe cuando llegó; A pesar de que ahora tiene el amor de Dios, extraña la comida que sacaba de los botes de basura, vagar, dormir a cualquier hora, pero sobre todo, extraña el amor de las hermosas niñas de la secundaria y el no poder conseguirlo, sí que lo hace sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario